Dernark, el herrero

-Dernak, el herrero-

Veinte espadas de filo sombrío y quince mazas de una mano; todo ese acero moldeado en un día. Parece una cantidad ingente de armas, ¿verdad?

Los libros hablan de Dernak, herrero capaz de semejante proeza de sudor. Habitante de la capital de una ciudad lejana, de puños imbuidos en el vigor más intenso y rodeados por un aura procedente de hechicería ajena.

Los servicios de Dernak solo estaban al alcance de unos pocos nobles, habiéndole ofrecido estos ser herrero de una gran casa o, incluso, trabajar para la misma reina. Todo eso a Dernak le agobiaba y apesadumbraba, el quería hacer armas para soldados de a pie, de esos que portan la cabeza de una bestia o de un contendiente del ejército enemigo al final del día  y sonríen ante una buena jarra de cerveza en su humilde y cotidiana taberna.