La arquera "Búho de Plata". Capítulo 2.

Publicado el 4 de febrero de 2022, 12:07

-La arquera "Búho de Plata". Capítulo 2-

La muchacha entró en la tienda de armaduras. Tres guerreros charlaban con Ernod, el vendedor, un hombre enjuto de cejas pobladas y coronilla desierta. 

Los tres hombres se giraron cuando escucharon el ruido de la puerta y Deneria, con la vista al frente, avanzó hacia el mostrador tras el que se encontraba Ernod.

 —Buenos días, joven. ¿En qué te puedo ayudar?  —preguntó el comerciante.

 —Mi nombre es Deneria, me conocen como "Búho de Plata". Me gustaría hablar en privado con vos, si no os importa.

Ernod hizo un gesto a los potenciales compradores, indicando que volvería enseguida. Le señaló a Deneria una mesa apartada en una esquina de la tienda, con un par de sillas a los lados, para que tomase asiento.

 —Busco a un contacto que dispone de información valiosa acerca del avance de los bandidos. ¿Sois vos dicho informante?  —preguntó Deneria sin pensarlo, demostrando que no tenía tiempo que perder.

 —En efecto, soy yo. ¿De cuánto dinero dispones?

 —No poseo nada material más allá de mis armas, aunque soy rica en sed de venganza.

 —Comprenderás que de la venganza no se come, ¿verdad?

 —Decidme cómo llegar hasta el líder de los bandidos. Para mí será su sangre y para vos el mayor de los tesoros que consiga saquear a esos seres despreciables.

 —Vale, esto va cogiendo un color interesante. Aguarda un momento.

Ernod fue a la trastienda del local y volvió a la mesa con un mapa entre sus manos.

 —Estos son los puntos clave del asentamiento de los bandidos  —dijo el vendedor, señalando algunas partes del mapa con el dedo— . Cómo he conseguido tener este documento no es asunto tuyo, así que no quiero preguntas extrañas.

 —Dadme el mapa y os recompensaré, lo juro.

 —Se te ve aguerrida y llena de dolor, y la fama que precede a tu apodo parece ser aval de triunfo por tu parte. Aun así, los bandidos son un ejército y tú solo eres una. ¿Cómo pretendes ganar la batalla?

 —Las sombras son mis aliadas y mis flechas mi mejor arma. No necesito entrar en una batalla cuerpo a cuerpo para lograr mi objetivo; con tener a tiro la cabeza del jerarca de los bandidos será suficiente.

Las palabras de Deneria parecieron convencer a Ernod, quien le entregó el mapa a la arquera y esta salió de la tienda con paso firme y cargado de valor.

Ilustración de Roman Operator7191 (ArtStation).


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